Friday, January 11, 2019

CAPITULO 29- EL DIABLO CREO LAS HORMIGAS, LAS ARAÑAS, LAS SERPIENTES…


29- EL DIABLO CREO LAS HORMIGAS, LAS ARAÑAS, LAS SERPIENTES…

            "Al principio Dios y el Diablo eran compadres; Dios se sentaba en un trono grande, y el Diablo en una banquita chiquita; Dios era blanco y tenía un bote grande a motor pa' andar río arriba y río abajo pa' hacer sus cosas, y el Diablo era negro y tenía una champita chiquita pa' cuando iba a hacerle a Dios los mandados, y el Diablo le llevaba bronca a Dios por eso. Un día, cuando Dios se fue en su motor por el río pa' hacer cosas, 
el Diablo le siguió con mañitica sin que Dios se diera cuenta

el Diablo le siguió con mañitica sin que Dios se diera cuenta, y se fijó como es que creaba todo; y cuando ya hubo aprendido el truco se devolvió y creó los Animales del rio que hacen los remolinos y ponen a voltear las champas y tragan gente, las hormigas, las avispas, las serpientes venenosas, los tatauros, los mosquitos, los comejenes, las arañas, la lepra, la malaria, la fiebre amarilla,  la candelilla y la sarna, y todas las enfermedades, las espinas de las matas, los gusanos, las pestes del maíz y del arroz, y todo lo que pica, pincha, corta y enferma y trae el hambre y la miseria y hace que uno se muera. Entonces muy contento el Diablo se sentó en el trono grande. Al ratito llegó Dios y le dijo:
            - Ve, hombre, vos pa' que te sentás en mi  trono. Quitate tú pa' que me siente yo, que vengo muy cansado de todo lo que he hecho.     
            - P’a que veás, yo ya no me quito de aquí. Bien podés sentate vos en la banquita.     
            - Deja 'e ser igualado, que bien sabés que el trono es pa' yo, y la banquita pa' ti.     
            - Pues yo no me quito, porque pa' que te enteres, que tú y yo ya somos iguales.     
            - ¡Cómo va a ser esa vaina, hombre!     
            - Si, porque yo ya se crear.

            Y el diablo muy orondo se prendió un tabaco y se puso a hacer carrizo, y ahí le enseñó a Dios todo lo que había hecho: escorpiones, ortigas, rascaderas, las  matas venenosas, las rayas del río, las bubas, hormigas, y todo lo demás. Cuando Dios que vio tanto disparate junto se emberracó todo y lo zampó de una patada pa' la bodega que Dios tenía abajo 'e la casa, donde guardaba la gasolina pa' su motor, pa' que no jodiera más; la gasolina se prendió con la candela del cigarro que el Diablo llevaba, y desde entonces el Infierno está abajo ardiendo, y Dios y el Diablo son enemigos y viven jodiéndose".

            El niño escucha atento:     
            - ¿Y no acabará de arder la gasolina?     
            - No, porque era mucha.     
            - ¿Y Dios y el Diablo no volverán a ser amigos?     
            - Pues a lo mejor.     
            - ¿Y qué pasará entonces?     
            - Pues quien sabe, quien sabe.

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